Más allá de las cartas: Capítulo 12.

Ocho de junio, un día especial para Vanesa. Ya hacía veintitrés años que llegó a este mundo. Un día importante para ella, al mismo tiempo que idéntico a los demás. Su cumpleaños ¿y qué importancia tenía si era como cualquier otro día? Sin amigos, sin salidas, la única ventaja es que era lunes, y no trabajaba, ¿por qué otra? No, ella no veía ninguna más.

Hacía un día esplendido, un azul cielo, un sol bastante notable. Aprovechó la mañana para hacer cuatro recados pendientes. No entendía el porqué pero llevaba días, pensando en Aaron, se lo imaginaba a su lado por las noches, recostados en su cama, abrazados uno al otro. Con esa imagen cerraba los ojos y se dormía. Despertaba con su recuerdo. Deseaba que llegara la hora concreta para poder hablar con él. Le encantaría tenerle allí al lado, poder pasear junto a él, ya cogidos o no de la mano, estar con él. Solo tener esa idea en la cabeza le animaba el día. Ella sabía muy bien lo que sentía, no era una novedad, le gustaba ese chico, se estaba enamorando de él ¿por qué no se lo confesaba? Ella temía que él no sintiera lo mismo, esa bonita amistad que tenían desapareciera. No quería precipitarse, prefería seguir despacio, paso a paso…

• ¿Vanesa Williams? ¿eres tú? –le volvió a la realidad. Ella giró su cabeza, observando a una chica, con el pelo rizado, recogido con una cola de caballo, ni delgada, ni rellena.
• Sí, soy yo –contestó Vanesa desconcertada.
• Espera tengo algo para ti, ahora iba a tu casa –Vanesa, se la quedó mirando con la misma expresión. Cuando volvió sus ojos se agrandaron con consideración. Llevaba entre sus manos un ramo de bastantes rosas blancas –esto es para ti –le afirmó con una sonrisa, observando la cara de asombro de la chica –venía con esta tarjeta -le entregó en mano –¿qué hago con las flores?
• ¿Le importaría llevarlas a mi casa? Estará mi madre.
• Claro que sí, ahora te las llevo –una sonrisa se dibujaba en su cara. Vanesa tras dar las gracias, observó como volvía a la furgoneta azul y desaparecía.

Vanesa leyó la dedicatoria:

Preciosa!!! Te mando este detalle, para poder compartir contigo, en este día tan especial unos instantes de tu pensamiento… querida Vanesa. En el día de tu cumpleaños, que te puedo desear, lo mejor, y muchísima felicidad.

¡¡¡¡Felicidades!!!! Desde aquí te mando besos y abrazos.

Aaron

Siguió esas líneas tres o cuatro veces más ¡Aaron se había acordado de ella! ¡De qué forma! No se lo podía creer. Una emoción muy grande la invadió, produciendo que lagrimas nacieran en sus ojos, haciendo esfuerzos, para que no le resbalaran por sus mejillas. Le acababan de alegrarle el cumpleaños, se sentía como en una nube, con una felicidad inmensa. Siguió su recorrido, pero está vez haciendo eses con la silla, cantando canciones sin parar…

Cuando llegó a su casa las sorpresas no se habían acabado, su madre le mostro el papel amarillo de correos. Se lo enseñó zarandeándolo delante de ella con elegancia e picardía <<te ha llegado esto para ti…>> <<es de un chico…>> Vanesa se lo arrebato de las manos ¡no se lo podía creer! ¡Otra vez Aaron! Sí acababa de llegar al piso, pero no le importó, con quinta en su silla, se dirigió a correos, se sentía demasiado nerviosa, notaba el latido acelerado de su corazón. Cuando entro no había nadie. Entregó el papel con temblor al mismo tiempo que emoción, se lo llevaron hacia dentro. Salieron con un paquete algo grande, y poco alto. Lo aposentó sobre sus rodillas –con las prisas olvidó su mochila para llevar paquetes –regresó a casa en la misma velocidad. En más de una ocasión poco falto para que atropellara a alguien. Siempre le pasaba lo mismo, contra más deseaba llegar a casa mas tardaba, ya que todos se ponían delante, a paso de tortuga. Llamo al timbre con impaciencia <<ui que prisas>> le reclamó su madre <<que paquete más grande>> seguía su madre <<primero las flores, después esto… aquí está naciendo algo>> seguía su madre disimuladamente.

• ¿Qué es esto? –preguntó intrigada Vanesa emocionada, teniendo delante de sus ojos, una caja de cachorros de labrador. Abrió la caja, con sus manos temblorosas, encontrándose su propio retrato dibujado a carbón, de la primera foto enviada – ¡oh! –exclamó notando como la emoción se apoderaba de ella, con lágrimas. El retrato se encontraba en un marco de cristal, con formas espectaculares en ellos. Dentro de la caja también se encontraba un sobre azul, lo abrió con temblor en sus manos ¡era una postal de cumpleaños! Tenía un pastel dibujado con veintitrés velas encendidas, en la parte baja, las siguientes palabras: para alguien muy especial… Toda esta también hecha a mano. En la tapa de la derecha: Felicidades preciosa ¡!en la de la izquierda: Hoy es un día muy especial, porqué 23 años cumples, te deseo lo mejor, porque me importas demasiado, eres mi mayor alegría siempre me tendrás a tu lado.

Besos y abrazos,

Si me lo permites, un suave estirón de orejas ¡disfruta del día preciosa!

La emoción de Vanesa aumentó el llanto se hizo más fuerte. Nadie se había esforzado tanto por regalarle algo, para verla sonreír. Se conecto a la red, dispuesta a mandar un correo, a Aaron para agradecerle tanto esfuerzo, por arreglarle el día. Eran cerca de las dos de la tarde, para su sorpresa Aaron estaba conectado ¡no era ni las siete de la mañana, ya estaba conectado!

                                                                                                                                       

• Aaron dice:

• ¡Hola preciosa! ¡Qué alegría verte! ¡muchas felicidades!

• Vanesa dice:

• Aaron ¿¿qué haces conectado tan temprano?? ¿Dónde estás??

• Aaron dice:

• Estoy en el ciber, abren a las 6, ¿Cómo va tu día?

• Vanesa dice:

• He ido hacer recados, y una mujer me ha parado dándome un ramo de flores… ¿algo que decir? 8-)

• Aaron dice:

• Vaya… parece que te ha salido un admirador… 8-)

• Vanesa dice:

• ¿Tú crees?
• También, me ha mandado un paquete… una postal de cumpleaños, hecha a mano, un retrato de mi misma dibujado.
• ¿No te suena?

• Aaron dice:

• Sí ahora empiezo a recordar 😜
• ¿Te ha gustado?

• Vanesa dice:

• Me ha encantado, eres un encanto 😘

• Aaron dice:

• 😅
• No ha sido nada, cualquiera lo hubiese hecho.

• Vanesa dice:

• Cualquiera no, es la primera vez que tienen un detalle así conmigo.
• Tú has sido el primero… gracias, muchas gracias, es el mayor regalo, que me han hecho nunca 😘
• Así que… ¿tengo un admirador?

• Aaron dice:
  

• ¿Te gustaría tenerlo?

• Vanesa dice:
  

• Me gustaría tener un admirador si realmente me admirara.

• Aaron dice:

• Si te dijera, que alguien te admira, te apoya, piensa en ti en cada momento, en cada instante, que está contigo sin estarlo, que te quiere sin quererlo…

• Vanesa dice:

• ¿Lo dices en serio? 😳

• Aaron dice:
  

• Jamás he hablado más en serio, es un sentimiento nuevo, pero es eso lo que siento….
• ¿Cómo lo definirías?

• Vanesa dice:
  

• Sí, te gusto, sin duda…
• Y la verdad…. :$

• Aaron dice:

• ¿Qué?

• Vanesa dice:

• Tu también me gustas a mi

• Aaron dice:

• ¿¿¿¿Si???? 😍😍😍😍😍

• Vanesa dice:
  

• Sí 😳😳😳 pero estado pensando mucho, lo encuentro difícil… estamos tan lejos…😔😔😔

• Aaron dice:
  

• Yo también lo he pensado tanto… opinaba lo mismo que tu… pero mi madre me dijo que la distancia no era un impedimento…Que mientras haya algo especial entre nosotros, lograremos saltar todas las barreras que se pongan.

• Vanesa dice:

• Sí quizás tenga razón…
• Lo siento Aaron tengo que irme ¿chateamos mas tarde o mañana?

• Aaron dice:
• Vale, más tarde, perfecto… si tu quieres :$

• Vanesa dice:
• Más tarde entonces, estupendo 😄
• Hasta luego precioso, pensare en ti.
• Tk.
• Besitos 😘😘

• Aaron dice:
• Hasta luego preciosa ✿✿
• Yo siempre pienso y pensaré en ti
• 💓 y un suave y dulce😘😘