Cristy; capítulo 3

Capítulo 3: de compras

El timbre de la casa de los Walter se escuchó, cuando el reloj marcaba cerca de las tres y media de la tarde.

• -          - Ya voy yo –abrió la puerta Jessica, abriendo la puerta, teniendo enfrente a esa desconocida que era para ella, –hola, buenas tardes, ¿te puedo ayudar en algo?
• -          - Hola buenas tardes, había quedado con Cristy, venía a recogerla –se expresó Mery, con timidez
• -          - ¿A si? –se sorprendió Jessica – ¿eres amiga de mi hija Cristy?
• -         -  Enseguida estoy Mery, entra, mientras acabo –se escuchó a Cristy, que no dejaba de ir de aquí, para allá por toda la casa.
• -          - Sí, si claro entra, entra, yo soy Jessica la madre de Cristy –se presentó emocionada –ui, disculpa, estaba fregando los cacharros, tengo las manos mojadas... Cristy como que ¿no me habías dicho que tenías una amiga? ¡Es maravilloso! –preguntó, alegrándose por su hija.
• -          - No se mama, no había pensado –no se estaba quieta Cristy –por cierto, mama, necesito dinero...
• -          - ¿Qué hay de tu semanada?
• -          - Ya he gastado los treinta euros que me distes, no ves que necesitaba ropa.
• -          - A ti te gusta demasiado el dinero, ese es el problema –reflexionó en voz alta, Jessica, recogiendo su monedero y entregándole en mano veinte dólares, en el que Cristy los cogió con una amplia sonrisa en su cara.
• -         -  Mama, ¿sabes dónde está el video juego del Rayman? –apareció George en el salón–ostras, y esta chica ¿quién es? –señaló a Mery.
• -         -  Se llama Mery y es amiga de tu hermana –le respondió Jessica.
• -          - Yo me llamo George soy hermano de Cristy –se presentó el pequeño –entre nosotros –dijo en un susurro a Mery haciendo que esta se agachara a su nivel – ¿cómo puedes ser amiga de mi hermana? ¡es una plasta! Te amargara la insistencia, te lo dice uno con experiencia de su maltrato psicológico –le dijo, mirando de reojo a Cristy
• -         -  Iré con cuidado, gracias por la advertencia –le respondió Mery divertida.
• -          - Calla canijo, que te maltrate a ti, no significa que maltrate a los demás –le reprocho Cristy.
• -          - Venga George deja, que tu hermana tenga, amigas y se divierta, que ya le toca ¿no crees? –le pregunto Jessica.
• -        -   ¿Y yo que hago de mientras? –preguntó George con la cabeza baja.
• -          - ¿No querías el videojuego de Rayman...? está en la mesita de tu habitación, venga, a pasar pantallas, a ver si nos das una sorpresa a todos y te pasas todo el video juego –le animó su madre.
• -           - Claro que lo pasare, lo aré mejor que cristy que no sabe pasar de la cuarenta pantalla –le dedicó una burla a su hermana, más animado.
• -         -  A ver si me sorprendes canijo –dijo Cristy de brazos cruzados –bueno, nos vamos ya –dijo abriendo la puerta.
• -          - Un momento chicas, ¿dónde vais a ir? –preguntó Jessica.
• -         - Nosotras no habíamos dicho ningún sitio en concreto, no sé, yo había pensado ir al centro comercial, allí, hay tiendas, cine, bares ¿te va bien Cristy? –explico Mery mirando a su nueva amiga.
• -         -  Sí, sí, perfecto –dijo Cristy
• -         -  ¿Y suele haber gente por allí? –preguntó Jessica.
• -          - Mamá es un centro comercial… ¿Tú que crees? -se burló Cristy
• -         -  Sí, si es muy conocido y siempre está lleno de gente –con todo respondió Mery.
• -          - ¡Mama, no seas plasta por favor! –le pidió Cristy de mal humor.
• -          -No soy plasta hija, solo me preocupo por ti, quiero asegurarme de que es un lugar seguro –le recordó su madre, con un cierto rin tintín en la palabra plasta.
• -          Vale, pues para allá, nos vamos –dijo Cristy saliendo por la puerta.
• -          ¡Ir con cuidado, y estar aquí antes que anochezca! –añadió viendo como las dos chicas se alejaban, después de que Mery dijera adiós a madre e hijo.
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• -          ¡O que pesadilla de mujer! –exclamó Cristy, ya alejadas de la casa.
• -          Se preocupa por ti, no puedes culparla por eso –dijo Mery con una sonrisa.
• -          Pues que no se preocupe tanto, a veces me trata como una niña pequeña, me da mucha rabia, ya tengo diecisiete años, edad suficiente para cuidarme yo solita, pero ella no se entera de nada, ¡oh no lo soporto! –demostró Cristy con gestos exagerados sin dejar de andar. Mery la miró en silencio, con una débil sonrisa en su rostro. mientras seguían andando. Mery la miró sin decirle nada mostrándole una sonrisa en su cara.
• -          ¿Te han vuelto a molestar la pandilla de las tres B? –rompió el silencio Mery.
• -          ¿Quien? –preguntó extrañada Cristy.
• -          La pandilla de las tres B las chicas que te molestaron el primer día –le dijo Mery –se llaman Barbie, Bibi y Bilma, por eso se hacen nombrar la pandilla de las tres B.
• -          No, no me han dicho ni hecho nada más, ¿son muy estúpidas no, estas chicas? Ir con esas ropas y ese maquillaje a clase…. Realmente no soporto a ese tipo de gente.
• -          …A mí tampoco me cae muy bien ese tipo de gente…–son las más rebeldes de todo el instituto, ya tienen abierto algún que otro expediente en el centro.
• -          No me extraña nada, con esa pinta, cualquiera les abriría un expediente –dijo Cristy burlándose con gestos exagerados.
• -          Es verdad –dijo Mery, riendo.

Al llegar al centro comercial, pudieron comprobar que estaba a rebosar, cada pequeño establecimiento, estaban bien ocupados, con todos aquellos, que iban entrando. Ellas no dudaron, al ver la cartelera del cine, se formaron. “El desafió” es la película que les llamó la atención, con Nicolas Cage, de protagonista, y no quedaba más de un cuarto de hora, para que iniciara, lo justo, para coger palomitas, refrescos… y sentarse, en los asientos, que más desearan… El argumento de la película se trataba:

“de dos niños, que al morir sus padres fueron separados y acogidos por familias distintas. Al crecer, hacerse dos chicos de veinte años, se enteraron de un tesoro perdido en una isla, que nunca nadie había intentado llegar a ella, y los pocos que lo habían intentado, habían muerto en el intento. Pero por casualidades del destino ambos llegaron a tal isla, con una cuadrilla distinta, buscando el tesoro, que se oía que era un talismán mágico capaz de solucionar la vida a cualquiera. Lo que ninguno de ellos sabían que esa isla estaba habitada por unos seres prehistóricos pero de armas tomar que no dejarían que nadie se llevara ese premio tan valioso para ellos que les dejo su rey, antes de morir. Ante la avaricia de conseguir sea como sea, ese tesoro para conseguir esa felicidad que el mundo les había arrebatado, los dos hermanos, lucharon ante viento y marea, he incluso entre los dos hermanos pelearon a muerte sin importarles para nada, que eran de la misma sangre, hasta que se dieron cuenta, que para poder ganar a esos contrincantes tan fuertes necesitaban más que su orgullo, así que decidieron unir fuerzas entre los dos grupos, que consiguieron destruir a esos seres…. Pero a causa de eso, el talismán también se destruyó, cuando sus buscadores estaban solo a un paso, de conseguirlo. El amuleto desapareció, pero esas personas, sobre todo los dos hermanos descubrieron algo más bello que eso, la amistad, el cariño de ser querido, sobre todo lo bonito que es vivir en equipo ayudando y que te ayuden… Así sin casi darse cuenta, averiguaron una forma de vivir muy distinta, a lo que estaban acostumbrados.”

A las seis y media la película terminó. Las chicas salieron de la sala, muy satisfechas de lo que acababan de ver y deseosas de comentar tomando un café. La tarde transcurrió sin ser conscientes, los temas no se acababan, aun con claridad en el día, volvían a sus casas, sin dejar de hablar:

• -          ¿mañana que harás? –preguntó Cristy a Mery.
• -          Muy buena pregunta…. –pensaba Mery –¡a si! Quedarme en casa todo el día estudiando física, que de aquí un par de semanas tengo examen –recordó.
• -          ¿De aquí dos semanas dices? –pregunto sorprendida –aun te queda tiempo tía, no te pases todo el día mañana domingo entre libros, que vaya agobio que pillaras.
• -          Tengo que estudiar, sé que hay tiempo, pero prefiero quedarme empollando para sabérmelo del todo, tengo que asegurarme el excelente –se expresó la joven.
• -          ¡Bua! ya tienes valor ya, yo apenas estudio el ultimo día, y aun y así me sale bastante bien, llego al suficiente –dijo entre risas Cristy –bueno, casi siempre menos física, hay no paso de el deficiente, no me entra la física eso que esa asignatura la aplico algo más que las demás, estudio un par de días antes, pero nada, que el deficiente hay sigue.
• -          A mí la física, es lo que mejor me va, además me gusta mucho –dijo Mery –si tú quieres, te puedo dar clases y enseñar para que puedas aprobar, ¿he? ¿qué me dices?
• -          ¿Harías eso por mí? –se sorprendió Cristy.
• -          Pues claro –le respondió Mery.
• -          No sé, no sé, a ti te gusta demasiado estudiar, y a mi todo lo contrario, no creo que sea buena combinación -para nada se convencía cristy. Mery, hecho a reír.
• -          Tranquila, solo estudiaremos unas horas antes del día anterior de el examen, tal, como estas acostumbrada tú, tú marcarás los tiempos… yo solo quiero he intentare hacerte entender la física, para que la comprendas –le explico Mery.
• -          ¿Estas segura, que no me obligaras a más? –desconfiaba Cristy.
• -           Claro que estoy segura, que me vicie a los libros yo, no significa, que fuerce hacer lo mismo, a quienes me rodean –le explico la chica.
• -          A vale, si es así, acepto que seas mi profesora, a ver si dejo flipando a los profes y a mi madre he hermano con un aprobado de física –dijo Cristy imaginándose la cara que harían al ver tal nota en su examen.
• -          ¡Muchísimas gracias, no te arrepentirás te lo aseguro! –agradeció Mery, feliz por la decisión que había tomado su amiga.