miércoles, 11 de enero de 2012

Cristy; capítulo 12 -1

D
espués de la marcha de Ben, Jessica, entrego todas sus fuerzas a George, algo atemorizada por Cristy. Ella continuaba en su habitación sin salir para nada, y su madre tampoco se atrevía a preguntar por su estado, no se podía sacar de la cabeza, la imagen de esta, amenazándoles con una navaja. Se pasaba todo el día atendiendo a George, ocultándole por completo, el comportamiento de su hermana, y el hecho que había causado momentos antes, como bien había dicho Ben <<ya había sufrido bastante por culpa de Cristy>> y tenía toda la razón, pero ella no podía evitar estar aterrorizada, y deseaba con gran anhelo, que Ben volviera a su lado, o por lo menos recibir noticias de su parte…
Cristy despertó en su cama, cuando el reloj marcaba las seis y media de la tarde, de ese mismo día por el sonido de su móvil, esta con los ojos aun medio cerrados, descolgó sin mirar para nada quien le solicitaba. Su mal humor mejoro al escuchar la voz de Mery, con grandes sollozos y nerviosa, pero esta no hizo ni un mínimo esfuerzo por escucharla, le empezó a gritar sin miramiento ninguno, justamente después colgó. Se fregó los ojos, aun medió adormilada, sentía mucho dolor en su cabeza, y lo que menos quería era soportar “a la imbécil de esa empollona” su móvil volvió a sonar minutos mas tarde. Cristy fulmino el móvil con la mirada, sin gran entusiasmo miró quien la llamaba en esos momentos. Una gran sonrisa se le dibujo en la cara a ver quien era su remitente.
  • ¡Eiiiii hola Bibi! –exclamó.
  • Menos mal, ya pensaba que no me ibas a coger el teléfono –le reprocho la morena.
  • Sí, si claro, perdona por la tardanza, es que me acaba de llamar la plasta de Mery llorando a lágrima viva, diciéndome, que su madre había vuelto y la tenía secuestrada… vaya trola que se a inventado, de verdad yo no se como la gente puede ser así –explico Cristy –me a pedido ayuda desesperada.
  • ¿Y tu que has hecho? –pregunto intrigada Bibi.
  • Pues mandarla a la mierda, a mi trolas de ese tipo como que no, menos por esa idiota, empollona y huérfana, que me hace vomitar –dijo Cristy haciendo una gran mueca, con el gesto de querer devolver –eso como esta mediodía cuando he vuelto a casa, mi madre y el gilipollas de su novio, estaban esperándome y no te lo pierdas se inventaron la historia de que George, había estado a punto de morir por mi culpa.
  • No tía… -dijo Bibi sorprendida – ¿tu que has hecho?
  • Les he amenazado con una navaja –dijo Cristy entre risas –así aprenderán a no engañarme y sabrán también quien manda aquí –dijo sin dejar de reír abiertamente –me la regalo Veneno, antes de llevarme a casa.
  • Ostras, es cierto ¿qué tal te fue con veneno? –pregunto Bibi intrigada.
  • Bien, mejor de lo que pensaba –le contestó Cristy.
  • ¿Si? No parecías nada conforme cuando te lo propuso Veneno, sino todo lo contrario –le recordó Bibi, no muy convencida.
  • Es cierto, me vino de sorpresa, y el físico de Veneno no es que sea una belleza precisamente, me daba asco, el aroma de su aliento era de puro alcohol, y todo él estaba sucio y me daba gran horrorisidad perder mi virginidad con él –explico Cristy.
  • ¿Entonces? ¿qué ocurrió? ¿as perdido tu virginidad no?
  • Sí, por supuesto que sí, gracias a toda la droga y alcohol que me metí, lo encontré divertido y todo, la follada que me hecho, fue increíble, mas de cinco horas sin parar, asta nos duchemos juntos y todo –llegue a mi casa a las dos del mediodía en sujetador… -explicaba con gran emoción como si su mayor sueño se hubiera hecho realidad –después tuve todo el follón con mi madre, pero conseguí mis quinientos dólares, solo por eso todo es maravilloso, además conseguí la navaja, que me irá de perlas para amenazar a mi familia.
  • ¿Y si llaman a la policía? –pregunto Bibi preocupada.
  • Matare a mi hermano, así que mejor que se lo piensen bien, si no quieren perder a su adorado George –dijo Cristy con voz amenazadora.
  • ¡Eres genial Cristy! –le felicito Bibi –por cierto, ¿Cómo te encuentras ahora?
  • Tengo la cabeza fatal, medio mareada, y el estomago revuelto, pero dentro lo que cabe, bastante bien.
  • Ahhhh… entonces… ¿te apuntas otra ración de fiesta esta noche? –pregunto Bibi.
  • ¡Si hay alcohol, drogas y oportunidad de sexo, claro que me apunto! –fue la contestación de la joven.
  • Perfecto, sabía que no nos fallarías, ahora si que eres una de las nuestras –respondió Bibi –pues quedamos de aquí una hora, en la calle mayor ¿vale?
  • De acuerdo, allí estaré, sí, soy una de las vuestras, ya, no sabéis la alegría que me da –agradeció Cristy.

Media hora mas tarde, bajaba para abajo, ya vestida, arreglada, perfumada, algo muy parecido a la noche que dejo en soledad al joven enfermo. George, estaba acostado en el sofá mirando la tele, y a Jessica, le acababa de sonar su movil.
  • Ei, hola Ben –atendió alegremente –un segundo por favor –dijo mirando a Cristy que se disponía a marchar –Cristy detente, ¿Dónde vas?
  • ¿Qué pasa vieja? ¿Qué ahora te preocupas donde me meto? –pregunto Cristy mirándola de reojo –no… lo que a ti te asusta es que haga daño a tu niño con esto –dijo sacando la navaja, señalándola a George.
  • ¡¡Cristy detente nooooo!! –grito Jessica, defendiendo a su pequeño, cayendo el móvil al suelo.
  • Jessica, Jessica ¿Qué pasa? Jessica ¿por qué as gritado? ¡¡Jessica, Jessica!! –se sintió gritar desde el otro lado del teléfono, por parte de Ben asustado.
  • ¿Qué estas haciendo Cristy con esa navaja? –pregunto George con los ojos como platos, acurrucándose hacia atrás, sin poder creer lo que estaba viendo.
  • Cristy por favor baja eso –dijo Jessica nerviosa con los ojos como dos platos sin quitar la vista a esa arma – ¡te lo suplico, bájala!
  • ¿Te asusta? –dijo Cristy haciéndose la sorprendida –pues es lo que are a partir de ahora cuando te entrometas en mi vida, amenazaros con esta preciosidad –dijo besando la navaja, con una amplia sonrisa –si continuáis dándome la lata… uhm… -dijo haciendo que pensaba -… no dudare en… ¡matar a George! –después se produjo una siniestra carcajada por su parte, abandonando la casa, justamente después. George, no pudo evitar mirar a su madre, con la respiración acelerada, todo él temblaba como una hoja. Jessica se acerco a él notando como sus piernas le tiritaban.
  • Mama… ha dicho que me matara… -dijo el pequeño aun perplejo.
  • Tranquilo mi amor, tu hermana no esta bien, realmente no piensa eso, ella te quiere mucho de verdad te lo digo –le dijo Jessica sin dejar de abrazar a George, notando como aun temblaba.
  • Mama… tengo miedo –le confeso George nervioso.
  • Tranquilo cariño tranquilo –le transmitió Jessica, sin dejar de abrazarle.

El timbre de la puerta, hizo sobresaltar a madre he hijo, que seguían abrazados. Jessica aun con temblor en sus piernas, se elevo del suelo para ir abrir. Gran fue su sorpresa de alegría al ver frente a ella a Ben, esta no dudo en abrazarle, asustada, al mismo tiempo que aliviada, mientras sus lágrimas no tardaban en salir, a causa, de preocupación, gran tristeza al igual alegría de encontrar a la persona que mas deseaba al mismo tiempo.
  • Dios mío Jessica, ¿qué a pasado? ¿por qué as gritado por el teléfono? George estas temblando ¿Qué te ocurre? –no dejaba de pregunta Ben, mirando fijamente a Jessica, que continuaba con los ojos cerrados, sin nombrar ni realizar ningún gesto -¿Qué a pasado aquí? –pregunto nervioso mirando ahora a Jessica, ahora a George.
  • Cris… Cristy… a dicho que me ma… matara –acabo diciendo George, después de unas pausas con los ojos como platos, aun sin creérselo –me a apuntado con… con una navaja….
  • ¡Santo Díos no! –exclamo Ben muy sorprendido, mirando a Jessica, que lo afirmaba con la cabeza, sin atreverse a mirar a su amigo –Jessica, no puedes dejarlo más tienes que llevarla a la policía ¡ya!
  • No, no puedo hacer eso ¡no! –le respondió Jessica, negando con la cabeza, mirando para el otro lado.
  • Jessica, se que es una situación muy difícil, pero no hay otra solución Cristy te lo acabara agradeciendo, pero tienes que actuar ya, antes que os haga daño de verdad –le intento convencer Ben, con ambas manos en los hombros de Jessica, pretendiendo mirarla a los ojos. El móvil de Jessica sonó, haciendo que los dos adultos y el joven de diez años dieran un salto. Los tres se quedaron parados, mirando fijamente el teléfono que no dejaba de sonar. Ben miro un instante a Jessica y George, haciéndoles un gesto, para que no hicieran ruido, mientras muy lentamente, iba a descolgar el aparato diciendo –diga.
  • Hola soy… Mery ¿qué esta Jessica? –sintió desde el otro lado Ben.
  • Sí, si que esta Mery, enseguida se pone –le comunico Ben después de un aliviado suspiro pasándole el móvil a Jessica.
  • Si… -dijo Jessica recuperando la voz, algo mas tranquila –dime Mery ¿en que te puedo ayudar? Mery ¿estas bien? –pregunto notando la respiración de la joven acelerada.
  • Se… señora… me tiene que ayudar… -dijo Mery débilmente.
  • Pues claro que si dime –dijo Jessica amablemente.
  • Mi… mi madre me tiene secuestrada, ¡me tiene que ayudar! –acabo diciendo Mery.
  • ¿Que tu madre te tiene secuestrada? Pero ¿qué estas diciendo? –pregunto Jessica sorprendida, sin entender nada.
  • Es… es una larga historia señora, pero le juro que es verdad, ayúdeme se lo suplico –le dijo Mery sin evitar que los sollozos le salieran.
  • Esta bien… esta bien… -dijo Jessica intentando tranquilizarla, sin entender nada – ¿puedes decirme donde estas?
  • Tenía los ojos cerrados, por una venda cuando me han traído aquí, pero por debajo, he podido distinguir una cabaña, en un bosque –murmuro Mery para no ser escuchada.
  • ¿Una cabaña en un bosque dices? –dijo Jessica pensando.
  • Sí… pero no he podido ver mucho más.
  • ¿Qué as llegado allí, en vehículo? –pregunto la madre.
  • Sí, estaba inconsciente, pero he despertado, en cuanto me ha encerrado en el maletero –explicaba Mery, con el volumen de su voz bajo, para no ser escuchada –¡¡por favor rescáteme!!
  • ¿Ha sido muy largo el viaje? –continuo con el interrogatorio Jessica.
  • No, no solo a diez minutos de mi casa –le respondió la joven.
  • ¿Me podrías decir si hay alguna fabrica alrededor? –siguió Jessica.
  • Un momentito, enseguida se lo digo –dijo Mery, con gran esfuerzo por levantarse, entre las rejillas de los cuarterones cerrados de la habitación pudo afirmar las palabras de Jessica, había una gran fábrica delante de sus ojos.
  • Bien Mery, ya se donde estas, no te preocupes enseguida vamos para allá –la tranquilizo Jessica. Sintió un portazo al otro lado del teléfono…
  • Se ase visto… ¡¡desgraciada!! ¿¿¿Qué estas haciendo??? ¿¿Cómo as conseguido soltarte?? ¡Te vas arrepentir por esto!
  • ¡Ahhhh déjame! ¡¡me haces daño!! ¡¡¡socorro!!! –fue las últimas palabras de Mery, mientras notaba como sus pelos eran agarrados brutalmente, de tanto era arrastrada, sacándola del cuarto a la fuerza, sin mas salida que dejar el teléfono en el suelo…
  • ¡¡Mery, Mery!! –exclamó Jessica asustada, colgando rápidamente el teléfono, junto a Ben y George se acercaron a la camisería mas cercana, explicándole todo lo sucedido con Mery, y dejándole oír la conversación que acababa de tener, y los gritos aterrorizada y de suplica que daba aquella joven. Varios coches de policía se fueron al lugar indicado, rodeando la zona. Entraron en la casa, varios agentes, encontrándose a Mery tumbada en una cama atada de pies y manos, a los barrotes de la cama, los ojos vendados, y la boca amordazada. Con intentos de gritar sin dejar de moverse, mientras su madre no dejaba de insultarla, al mismo tiempo que echaba por toda la sala gasolina.
Jessica, George y Ben, angustiados y impacientes esperaron fuera, mientras la policía actuaba con su faena. Pudieron ver, como dos agentes, sacaban a la fuerza a la secuestradora con las manillas puestas de tanto esta ponía resistencia. Jessica y Ben empujaron para ellos a George, protegiéndole, escuchando como esa mujer no dejaba gritar entre grandes insultos. Algo más tranquilos, pudieron ver como esa mujer con las esposas puestas se la llevaban en un coche de policía. Los tres amigos de la joven, volvieron la vista a la puerta de la casa, en el que en ese momento, salían Mery acompañada de un policía que la seguía con sus manos, en los hombros de la joven.
  • Oh, Mery ¿estas bien? –le pregunto Jessica, dándole un fuerte abrazo. Mery agradeció muchísimo el gesto, aunque no fue capaz de decir ni una sola palabra, notaba como sus lágrimas brotaban en su cara, mientras que alguna que otra, resbalaban por sus mejillas – ¿pero que le ha pasado a tu madre para actuar así? –le preguntó mirando a los ojos húmedos de la joven.
  • Sentimos mucho lo ocurrido Mery –intervino un policía de pelo negro, ojos marrones, delgado con su gorra en sus manos –se a escapado del manicomio, los del centro se despistaron. Tenía gente que te controlaba constantemente, por eso averiguo donde vivías y tu número de teléfono. Hemos detenido a todos los implicados y estos han confesado, tendrán bien merecido su castigo, de eso que no te quepa duda.
  • ¿Qué pasara con mi madre? –preguntó Mery, limpiándose las lágrimas.
  • Ira a una cárcel especial para casos psicológicos durante seis años por secuestro he intento de asesinato, después irá a otro centro –le explico el policía – ahora perdóneme, pero tengo que marchar –dijo marchándose. Mery se encaró a esa familia que tenía frente sus ojos, que estaban ahí por ella, que en estos momentos le miraban sin entender nada.
  • Mery… ¿te puedo preguntar algo? –empezó Jessica tímidamente.
  • Si, claro… –respondió Mery con la cabeza baja, levantándola unos segundos para mirarles a los ojos, que ya se imaginaba cual sería la próxima frase.
  • ¿Como es que tu madre esta en un manicomio? –preguntó intrigada.
  • Bien pues… -dijo Mery explicándole toda la historia de su infancia con la cabeza baja, de tanto en tanto la levantaba mirándoles.
  • Bufffffff, Mery… no se que decir… me he quedado sin palabras –dijo Jessica –no tenía ni idea….
  • Nadie de mi confianza lo sabe… son cosas que me duele muchísimo, y prefiero olvidarlo –les explico la joven.
  • No tienes porque disculparte Mery, es totalmente comprensible –le hizo saber Ben mirándola con una débil sonrisa.
  • Aquí tienes todo nuestro apoyo, para lo que necesites –le informó Jessica.

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